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Lugar: Los Andes - V Región, Chile

Alcalde I. Municipalidad de Los Andes. Abogado de la Universidad Católica de Valparaíso, Ex - Fiscal del Ministerio Público de Los Andes. Académico de la Universidad de Playa Ancha sede San Felipe y de la Universidad Aconcagua. web site: www.mauricionavarro.cl

martes, 16 de junio de 2009

Una movilización hija del imaginario colectivo

Han transcurrido varios días desde el término del paro de los profesores, que en muchas ciudades de la V Región duró más de un mes, y que a nivel nacional 19 días. La distancia permite mirar en perspectiva, examinar las causas y desarrollo de esta movilización con algún nivel de objetividad.
La percepción ciudadana dice relación con la sensación de que "existe una deuda con los profesores", sin embargo, son muy pocos incluso entre los docentes quienes comprenden a cabalidad el significado de esta proclamada "deuda del bono sae". Bono SAE alude a una particular subvención educacional destinada a mejorar los ingresos de los profesores, con el fin de lograr el llamado "ingreso mínimo docente", se trata de la subvención adicional especial. Esta subvención implica un bono ordinario correspondiente al 80% de la subvención detinado a completar en todos los docentes este ingreso mínimo, sino alcanza se imputa la denominada planilla complementaria, constituida por el restante 20% de la subvención. Sin embargo, en algunos casos efecivamente se logra este ingreso minimo docente respecto de todos los profesores sin recurrir al 100% de la subvención, en este caso se presenta un remanente el cual se ha de distribuir entre todos los profesores en proporción a sus horas docentes, constituyendo de esta forma el "bono extraordinario". Desde el año 1995, fecha en que durante el gobierno de la Concertación se creó este ingreso mínimo docente, se dictaron dos leyes tendientes precisamente a financiar este mejoramiento remuneracional.
La deuda reclamada por los docentes en este paro se refería precisamente a este "bono extraordinario", el cual entónces se entiende sobre la base de la existencia de "excedentes" de las subvenciones contenidas en estas dos leyes. Sin embargo, este bono extraordinario, se concibió originalmente respecto de los Colegios Particulares Subvencionados, respecto de los cuales era posible se presentase este excedente, entre otras razones pues operan sobre la base de financiamiente compartido, lo que siginifica que además de la subvención estatal su financiamiento también surge a partir de un pago mensual que efectúan los apoderados. Entónces, el objetivo era que si había una inversión estatal destinada a mejorar la situación de los profesores, resultaba inconcebible esta se transforme en utilidad del sostenedor de estos colegios de subvención compartida.
Respecto de los Colegios Municipalizados, resultaba practicamente imposible la existencia de excedentes pues estos son normalmente deficitarios, pues la totalidad de la subvención por alumno es insuficiente, y normalmente los Municipios deben a su vez subvencionar esta educación con fondos propios. En efecto, a nivel nacional se determinó que la supuesta deuda del bono extraordinario era de alrededor 60.000 millones de pesos, sin embargo, durante el mismo periodo (2007 - 2008) los Municipios habían subvencionado con cargo a su propio presupuesto la educación en 100.000 millones de pesos, entoces no solo no hay excedentes, sino principalmente deficit.
Aproximadamente en el año 2004 los profesores de Colegios Municipalizados descubrieron que no estaban percibiendo este "bono extraordinario", producto de lo cual a traves de una nueva normativa legal se reguló la obligación de su pago entre los años 2007 y 2010, en el mes de diciembre de cada año y sobre la base de la existencia de excedentes. Pues bien, en muchísimos Municipios, entre los que se cuenta Los Andes no hubo excedentes, de tal forma que no resultaba procedente se procediese a pago alguno. No obstante ello, la Seremi de Educación en un manifiesto error de cálculo, durante el mes de Julio del año 2008, determinó que habrían excedentes y procedía el pago, así se lo comunicó a los docentes, quienes evidentemente comenzaron a exigir su pago.
Ante esta situación, los Municipios, en vez de impugar judicialmente esta fiscalización, como habría sido lo razonable, dejaron pasar el tiempo y en definitiva se acepto esta determinación efectuada por el Ministerio de Educación.
Esta situación me lleva a afirmar - como dice el título de esta nota - que el Paro de los docentes es ¨hijo del imaginario colectivo¨, pues sobre la base de un error de ciertos funcionarios del Ministerio de Educación los docentes entendieron existía una deuda, los Municipios en su gran mayoría asumieron esta desición, pero entendiendo que era el propio Ministerio quién se habría de hacer cargo de su pago. "La deuda no existe, pero como todos creen que existe, entónces existe".
Bueno, lo concreto es que hoy esto efectivamente se encuentra en vías de solución, pero sin duda, se trata de una situación que no debemos permitir nunca más, para cuyo efecto debemos atacar definitivamente sus causas. El teatro del absurdo es entretenido, pero cuando afecta la educación de nuestros alumnos y alumnas, cuando lesiona el futuro de la educación pública, sin duda, deja de ser entretenido.
Un instrumento muy particular en este sentido es fundamentalmente la existencia de un dialogo fluido entre todos los actores del sistema y particularmente entre Colegio de Profesores y Municipio, esta relación permitirá identificar y resolver por la vía de los acuerdos los nudos críticos de conflicto o en caso de no ser posible a traves de los mecanismos administrativo y judiciales que contempla nuestra legislación.

2 comentarios:

Blogger Rebeca ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

1 de julio de 2009, 5:16  
Blogger Rebeca ha dicho...

Sr Navarro:
Terminado este conflicto, en el Colegio de Profesores, Ud. se acercó a mi en espera de un abrazo que cerrarara la tensa situación que habíamos vivido en el mes de movilización. Mi reacción fue de escepticismo y mi abrazo más bien cauto, pero respetuoso. Ud, sin duda, lo recuerda. Sus palabras en este blog (su blog) reafirman mi impresión de ese instante. Al señalar que este es una deuda inexistente que se ha instaurado en el imaginario colectivo de los docentes Ud. no solo me ofende a mi y a mis colegas, sino que traiciona el abrazo que en ese momento brindó a muchos profesores que creyeron en Ud. Una vez más y que hoy, 30 de junio tenemos que aceptar una nueva dilación en un pago que lejos de ser una invención de las circunstancias, (pues sépalo Se. Navarro , Los Andes no es Macondo)es de toda justicia y así lo han reconocido las autoridades a nivel nacional.
Agradezco la oportunidad de vertir mi opinión en su blog.

1 de julio de 2009, 5:19  

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